6 secretos sencillos para reducir la humedad en casa

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Cuando compramos o alquilamos una casa lo hacemos con la ilusión de construir nuestro refugio personal y confortable, un lugar donde poder descansar y disfrutar de agradables momentos rodeados de la familia o de los amigos. A la hora de dar forma a este espacio, una decoración que siga nuestros gustos personales resulta clave pero también hemos de reparar en cuestiones que nos resultan menos evidentes, como que  las condiciones ambientales de la vivienda sena las óptimas. Esos factores que no tenemos tan presentes pueden arruinar la casa de nuestros sueños ¿Qué hacer en esos casos en que detectamos algo va mal o que nuestra casa no es todo lo saludable que debiera? En esos casos debemos ponernos manos a la obra y atacar el problema de raíz, reparando lo que no esté funcionando. 

Tocamos hoy un punto sensible que genera muchas angustias en aquellos que tienen que enfrentarse ante un problema de este tipo: las humedades.  Lo ideal es que la humedad relativa del aire se sitúe entre 40 a 55% pero factores como una mala construcción, un mal sistema de calefacción, o unas condiciones ambientales exteriores agresivas pueden provocar que la humedad se aleje de estos valores ideales. Cuando la humedad relativa se encuentran fuera del rango de confort, comienzan los problemas. 

Para ayudarte a lidiar con este contratiempo, dedicamos este artículo a ambientes con humedad relativa demasiado alta, en niveles que puede ser dañina para la salud de los que la habitan o para la envolvente de la propia casa. El aumento de la humedad facilita la aparición de moho y la proliferación de ácaros responsables de alergias y problemas respiratorios. La humedad excesiva también afecta a los libros, los muebles, la ropa, o provoca el deterioro de techo y paredes, lo que puede conducir a un daño irreparable. Atajar el problema a tiempo hará que la solución sea mucho más sencilla. Por todo ello, recopilamos aquí algunas medidas que puedes adoptar para reducir los niveles de humedad en casa.

Aislamiento adecuado

Uno de las mejores formas que tenemos para controlar la humedad de la casa es mediante la colocación de un aislamiento adecuado en los muros que forman la envolvente de la vivienda.

El aislamiento es esencial para evitar controlar la humedad y para evitar condensaciones en los muros de la casa. También es algo esencial a la hora de evitar perdidas energéticas en la vivienda, permitiendo que el funcionamiento del aire acondicionado o de la calefacción sea más eficiente. 

Existen numerosos materiales que sirven como aislamiento y, en la actualidad, existen sistemas que no necesitan instalarse en la hoja interior de las paredes sino que pueden ser colocados por el interior de la vivienda o, incluso mejor, por el exterior de la casa para garantizar un sellado óptimo.

Una vez tengamos la casa bien aislada, la colocación de alfombras en las estancias interiores, podrá suponer una mejora extra haciendo que el aislamiento sea más eficaz y el ambiente más agradable.

Garantizar la ventilación

Una ventilación adecuada de los espacios interiores de la casa es algo extraordinariamente importante a la hora de controlar el exceso de humedad en una vivienda. 

Podemos contar con dos tipos de ventilación en una casa: natural o forzada.

La ventilación natural es la que se realiza haciendo circular el aire entre el interior y el exterior, sobre todo a través de puertas y ventanas, pero también mediante chimeneas y conductos de ventilación donde se generen unas corrientes de aire de manera natural. La ventilación forzada se realiza mediante ventiladores y extractores que incorporan un medio mecánico para su funcionamiento. 

En las zonas donde la producción de humedad es mayor y tiende a elevarse la humedad relativa, como puede ser el cuarto de baño o la cocina, la ventilación debe ser especialmente eficaz para que se pueda eliminar el vapor de agua producido de la manera más rápida. Por ello, sobre todo si no hay ninguna ventana al exterior, es imprescindible contar con rejillas y conductos de extracción. Una buena extracción es una garantía a la hora de evitar condensaciones sobre las superficies frías como vidrios, azulejos o metales. Por ello, si observamos la acumulación de gotas de agua, condensación en definitiva, sobre estas superficies ¡no puedes esperar ni un minuto para instalar un sistema extractor! ¿Te imaginas un baño como el de la imagen lleno de manchas de moho causado por la acumulación de la humedad? 

Coloque plantas en casa, pero que sean plantas adecuadas

Que las plantas son hermosas es un hecho que nadie discute como tampoco admite discusión la capacidad que tienen a la hora de decorar una casa. Las plantas nos permiten mantener el  contacto con la Naturaleza y también mejoran el ambiente que se respira en el hogar. Hemos de tener también algunas precauciones puesto que las plantas necesitan ser regadas y, por lo tanto, pueden aumentar los niveles de vapor de agua en el interior de casa.

Esto es sólo un pequeño inconveniente a tener en cuenta y con el que podremos lidiar fácilmente pensando previamente la cantidad de riego que necesitan las plantas elegidas, el sistema de riego que empleamos o la manera de disipar  la humedad producida hacia el exterior, a través de una ventana o de un hueco para ventilación. Lo más recomendable para plantas de interior, es elija especies que necesiten poco riego como la Sansevieria de la imagen o el Jade ( Crassula ovata ), que crece bien en suelos secos. En definitiva, buscar bien y elegir las plantas más adecuadas para cada hogar.

Instalar sensores de humedad

Si queremos actuar sobre el exceso de humedad, será más sencillo si podemos controlar los niveles en los que nos movemos de manera rigurosa. Para ello, la manera más segura es instalando sensores de humedad repartidos estratégicamente por las distintas estancias de la casa. 

Estos sensores pueden integrarse con el sistema de climatización elegido y puede estar incluso complementado con deshumidificadores que se activan cuando la humedad alcanza niveles excesivos.

Pero si tu presupuesto no llega para la incorporación de lo último en tecnología, es posible optar por sencillos higrómetros. Estos equipos son más económicos y podemos encontrar modelos realmente decorativos que se conviertan en un accesorio más en las estancias de la casa.  

Un buen sistema de climatización

Como decimos, para controlar la humedad de la vivienda, es común utilizar el típico deshumidificador. Este puede verse complementado por el sistema de climatización que tengamos instalado. Un sistema de aire acondicionado doméstico también sirve para controlar la humedad en el interior ya que impulsa aire seco y pretratado. 

Actualmente existen numerosos aparatos para climatizar que incluyen un sistema de calefacción, de aire acondicionado y de deshumidificación. Con estos nuevos sistemas es posible controlar la temperatura y la humedad por el control mediante un único dispositivo lo que es, sin duda, un ahorro y evita la acumulación de molestos aparatos en casa.

Diseñar soluciones naturales

Las soluciones naturales se han empleado desde siempre en la arquitectura tradicional y son las más eficaces y económicas cuando se trata de reducir la humedad en su casa. Estas soluciones pasan por establecer una serie de hábitos saludables como abrir ventanas en fachadas contrapuestas para generar ventilaciones cruzadas. Con este tipo de medidas no sólo controlamos la humedad sino que controlamos el soleamiento, aprovechando su poder calorífico para calentar la casa sin consumir energía.  

Si estás construyendo una casa nueva o te dispones a hacer una reforma o rehabilitaición, sin duda, debes invertir en unas buenas ventanas, con vidrios con cámara de aire y con carpinterías con rotura de puente térmico que garanticen la estanqueidad de los ambientes.  Esta inversión la recuperarás a medio plazo al no desperdiciar la energía invertida en enfriar y calentar la vivienda, además de estar contribuyendo a la protección del Medio Ambiente.  

Conceptos a entender

Cuando abordamos el tema de la humedad de una vivienda, saltan conceptos que es posible que no tengamos del todo claros. Por ello, queremos que sepas muy bien, qué significa cada término, para que así puedas comprender lo que ocurre y acabar con el problema de la humedad en casa. Los conceptos más importantes que tienes que comprender son:

  • Humedad relativa: es la relación, en porcentaje, entre la cantidad de vapor de agua real que contiene el aire, y la que necesitaría contener para saturarse a idéntica temperatura.
  • Humedad absoluta: por su parte, este término se refiere al peso del vapor de agua que se contiene en un metro cúbico de aire (kg/m3).
  • Punto de rocío: es la temperatura en la cual el vapor de agua que está en el aire se satura por descenso de la temperatura, y da lugar a la aparición de gotas de agua procedentes de la condensación del vapor del ambiente.


Seguro que ya te has dado cuenta en más de una ocasión de que la humedad en las estancias interiores de las viviendas no es nada recomendable. No solo afecta a las personas, si no también a los animales, plantas y los objetos que tenemos en casa. Si hay humedad excesiva, se condensa en forma de agua, provocando moho y proliferación de otras bacterias y virus. Puede llegar a deteriorar muebles, como los de la cocina, la pintura e incluso los tabiques de la vivienda. Si, en caso contrario, la humedad es muy baja, afecta a las mucosas y la garganta de las personas, lo que puede derivar en un problema de salud. Hay muchos factores que influyen en la humedad del ambiente en una vivienda: el cuerpo humano, el vapor de los alimentos al cocinar, los baños, la ropa lavada y los materiales de la vivienda. Que este proceso pueda funcionar, depende directamente de la cantidad de agua que haya en el aire, lo que condiciona nuestra sensación de bienestar y confort. A esto, hay que añadirle la buena (o mala) ventilación que tengamos en la vivienda.

La humedad relativa ideal en casa ha de estar entre el 40 y el 60%, como te hemos comentado anteriormente. Debajo del mínimo (menos del 40% de humedad), comienza la aparición de bacterias, virus y afecciones respiratorias. Si estamos por encima del máximo (más del 60% de humedad) empezarán a aparecer hongos, moho y alergias en los habitantes.


Condiciones ideales

Para evitar los problemas que pueden aparecer con un porcentaje de humedad poco saludable en casa, es importante que el diseño de la vivienda forme parte de este proceso. Para ello, cuenta con profesionales expertos en este tema, como los arquitectos y los diseñadores y decoradores de interiores. A continuación, te enumeramos algunas claves para que la humedad de tu vivienda no llegue al 70%:

  • Condiciones interiores para la humedad: en invierno, temperaturas entre 21º y 23ºC, y una humedad relativa del 40-50%. En verano, temperaturas entre 23º y 25ºC, y una humedad relativa del 45-60%.
  • Evitar un ambiente muy seco.
  • Buena ventilación.
  • Deshumidificadores.
  • Cocinar con la tapa puesta.
  • Tender fuera de la vivienda.
  • Ventilación en baños mediante extractor.
  • Cambiar puertas y ventanas por unas que aíslen y ventilen mejor.

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