Las 6 claves del estilo escandinavo

María Bausán María Bausán
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Mucho antes de que Ikea entrara en nuestras vidas, el diseño escandinavo ya era uno de los grandes estilos de interiorismo del mundo. Pero si algo hay que reconocerle a la multinacional sueca, además de haber conseguido que todos aprendamos a montar muebles con nuestras propias manos, es que nos ha convertido a todos en pequeños expertos del estilo nórdico. 

Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de diseño escandinavo? De un estilo que nació en Suecia y Noruega a principios del siglo XX y que se ha ido desarrollando a lo largo del siglo. Funcional, confortable y alegre, el estilo escandinavo busca crear, tal y como dice su lema, cosas bellas que hacen tu vida mejor. Vamos a descubrirlas.

Buscando la luz

El estilo escandinavo nace en un lugar muy concreto, con una geografía y climatología específica que influye inevitablemente en el diseño. Con inviernos largos y oscuros, los interiores buscan siempre aprovechar al máximo la luz natural. De ahí que la paleta de colores sea pastel, con un claro predomino del blanco. 

Con respecto a los materiales, la madera es fundamental, pero siempre claras como el abedul, el abeto y el pino. En general, el estilo escandinavo pone especial énfasis en la sostenibilidad y en los productos y la artesanía naturales. 

Pinceladas de color

Aunque los colores claros predominen en el estilismo escandinavo, no es raro encontrar aquí y allá pinceladas de colores brillantes, creando contraste con el resto de muebles. El rojo o el azul claro son tonos muy habituales en los detalles, como estas mesitas de centro, que consiguen dar un toque desenfadado, otra característica del interiorismo nórdico, a un tipo de mesa bastante tradicional. 

Estilo desenfadado

El estilo escandinavo es comedido, por lo que nunca nos encontraremos explosiones de colores estridentes, recargamiento o excesos. Pero eso no significa que su interiorismo sea sobrio, aburrido y muy formal. Al contrario, el estilo escandinavo es desenfadado, con notas de color y estampados divertidos y frescos, como el de este salón. Los muebles, además, tienden a un perfecto equilibrio de  líneas rectas y curvas, con cierto aire irreverente e infantil que gusta a todos. 

Accesorios

Alfombras de retazos de colores, suaves almohadas con estampados gráficos o florales, cortinas rayadas, cueros, figuras de madera o flores frescas, los accesorios decorativos de inspiración escandinava buscan siempre la calidez y el confort. 

Para los días oscuros

Ya hemos dicho que la luz juega un papel importante en la cultura escandinava, con una arquitectura que no escatima esfuerzos para captar los rayos del sol. Sin embargo, hay que rendirse a la inevitable oscuridad. Más allá de la luz natural, el estilo escandinavo pretende crear ambientes cálidos con luz artificial, a través del uso de velas y lámparas, y el uso del papel en mucho modelos, que asegura una luz más acogedora. 

Aprovechar el espacio

El diseño escandinavo es ante todo funcional. Nadie como ellos saben aprovechar el espacio de las habitaciones. No hay ángulo, esquina ni rincón que ellos no puedan adaptar a su diseño. Aquí, la difícil geometría de la habitación ha sido brillantemente aprovechada, creando además un ambiente acogedor y luminoso. 

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