Tener una puerta en la cocina es imprescindible: al momento de usar los fogones, y por más bueno que sea el extractor, los aromas comienzan a invadir la estancia, y amenazan con conquistar otros ambientes de la casa.
Sin embargo, se puede recurrir a diversas alternativas a las puertas tradicionales: las puertas correderas permiten ganar espacio y unificar ambientes, o las que tienen vidrios traslúcidos dejan pasar la luz cuando están cerradas. Y si recurrimos al uso del vinilo, también podemos darle un toque divertido a la decoración del lugar.