9 ideas creativas para separar la entrada de la sala

Mariana Belisario Blaksley Mariana Belisario Blaksley
CASA ENTREJARDINES, PLANTA BAJA ESTUDIO DE ARQUITECTURA PLANTA BAJA ESTUDIO DE ARQUITECTURA Tropical style corridor, hallway & stairs
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En este libro de ideas vamos a hablar de dos espacios que es preferible que siempre tengan algún tipo de transición entre ellos: la entrada de la casa y la sala. No es poco común, especialmente cuando se trata de apartamentos o casas pequeñas, que nos encontremos ante la ausencia total de hall de entrada, recibidor o vestíbulo. No es ninguna tragedia, que esto suceda, pero siempre es más agradable tener esa pequeña pausa que nos permita descubrir de a poco las áreas sociales o que si se trata de una espacio completamente abierto y sin paredes, pueda haber una diferenciación visual, ya que no física que separe la sala de la entrada.

Los arquitectos de interiores tienen algunos consejos para nosotros, o bien para decorar el hall de entrada y que se convierta con toda justicia en la antesala de nuestra casa, revelando de a poquito lo que nos encontraremos en el interior, o para separar visualmente la sala de la entrada o, finalmente, para generar un recibidor o vestíbulo donde antes no había nada.

Sea cual sea el caso, la idea es entrar a la casa en etapas. Si vivimos en apartamento, hay varias instancias que nos van llevando al interior, desde la puerta del edificio, pasando por el ascensor y el vestíbulo. Si se trata de una casa cerrada por un muro perimetral, primero viene la entrada al terreno, la llegada al porche y finalmente la entrada a la casa. En todas estas instancias, ese último pasito, es una sensación que puede ser real, creada por la arquitectura de la casa o apartamento o se puede generar construyendo paredes falsas o incorporando elementos que oculten las áreas sociales. O simplemente podemos hacer que la sala se distinga de alguna manera del hall de entrada con trucos que no incluyen ningún tipo de límite. 

Acompáñennos a conocer estos maravillosos espacios y a robarse las ideas que aquí les vamos a compartir. 

Jugar con los niveles

Cuando la entrada conduce a una planta liberada, muchas veces nos cuesta separar estos espacios transicionales de las salas. Para eso tenemos un truco: juguemos con las alturas de cada espacio. En este caso, la entrada queda en un nivel más alto que la sala, que se integra visualmente sin poner límites al conjunto, que es sencillamente sensacional, con esos grandes recintos, techo a doble altura y vistas a los alrededores. 

Un pasillo que funciones como galería de arte

Cuando el hall de entrada existe físicamente, entonces debemos hacer que la transición entre el adentro y el afuera, sea armoniosa. Una buena forma de aprovechar este espacio, es convertirlo en una galería de arte, con cuadros o esculturas que nos vayan llevando hacia la sala. 

Paredes falsas

Si queremos ocultar o ir develando poco a poco las áreas comunes a los visitantes, entonces una pared falsa es una excelente solución, ya que se levantan con cartón yeso muy fácilmente. ¿El tip adicional? Un mural se robará todas las miradas, haciendo retrasando el momento de develar las áreas sociales. 

Usar colores

El uso de una paleta adecuada puede hacer milagros en cómo percibimos visualmente los espacios. Si pintamos la pared principal de la sala en un color vibrante o profundo y le damos tonalidades más neutrales a las paredes de la entrada, lograremos nuestro cometido. 

Usar alfombras para el recibidor

Las alfombras son herramientas excelentes para delimitar espacios, además de ayudarnos a sumar color, textura y calidez. De esta forma confinaremos la entrada de la casa al espacio delimitado por la alfombra, dejando lo demás fuera momentáneamente. 

Estructuras que sirvan como un velo

Para separar la entrada de la sala, una estructura de líneas verticales como la de la imagen o una pared perforada son la solución perfecta. De esta forma la sala sigue siendo visible, no se limita la entrada de la luz natural hacia la entrada, lo cual se traduciría en un recinto oscuro que no causaría la primera buena impresión que buscamos, y al mismo tiempo genera una especie de velo entre las dos. 

Estantes, mesitas y percheros para la entrada

Nada más práctico que una mesita o estante con alguna caja donde podamos dejar las llaves cuando llegamos, un perchero para sacarnos el abrigo y colgarlo o para dejar el paraguas. Todos estos elementos general en los hábitos esa pausa que separa a la sala de la entrada en su funcionalidad.

Construir un clóset

Una de las soluciones más ingeniosas para esas casas o apartamentos pequeños que difícilmente tengan recibidor es la de construir un clóset que cierra la visual de la entrada y genere naturalmente un hall. ¿La mejor parte? Que tendremos más espacio de almacenaje y quién no lo necesita, especialmente cuando vivimos en espacios más chiquitos. 

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Separar con muebles

Otros aliados para separar la entrada de la sala son los mismos muebles. Ya sea una biblioteca o una distribución ingeniosa, como la de la imagen, es la forma más barata y sencilla de lograr nuestro objetivo. Hay que elegir el sofá más largo de la sala, colocarlo de espaldas a la puerta de entrada y rematar con la típica mesa en la que vamos a dejar las llaves. 

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