La rusticidad de un banco de madera

Armando Cerra Armando Cerra
Chicken Bar Monchos, Paletto's Furnature Paletto's Furnature Patios & Decks
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Los bancos de madera son uno de los muebles más tradicionales que existen. Seguramente después de las piedras, fueron el primer tipo de asiento que usaron los hombres. Y desde entonces se han mantenido en nuestras vidas. Se trata de un mueble que invita a compartir, a charlar y al contacto, sobre todo, si es necesario apretarse para que quepa uno más (siempre cabe). Por todo ello, los bancos de madera, en múltiples formatos y aspectos, pueden aparecer y ser útiles en cualquier lugar de nuestra casa. Parece que su lugar más idóneo sean los ambientes rústicos como el porche de la casa de nuestro pueblo, pero son ideales igualmente para un comedor, el balcón, la cocina o el jardín. Sin olvidar que son un mueble muy apropiado para los establecimientos de bares y restaurantes que disponen de jardines, terrazas o zonas abiertas al exterior.

Sentarse en los bancos de la cocina

Esta imagen nos plantea el equipamiento más emblemático e idílico que puede tener una gran cocina de una casona rústica. Y por supuesto para sentarse en la enorme mesa para desayunar o comer en las reuniones familiares no puede faltar un banco corrido. Aquí ese banco de madera, como en el resto de elementos de esa zona de comedor combina dos tonos, el blanco envejecido para los elementos estructurales, y el color natural a veta vista y barnizado para las superficies horizontales en contacto con el cuerpo.

El más clásico de los bancos de madera

El diseño de este banco remite inmediatamente a los asientos más rústicos y tradicionales que uno se pueda imaginar. Un sencillo tronco recto cortado por la mitad para ganar la horizontal y que quepan cuantas más personas mejor. Sin embargo, todo ese aire rústico cuadra a la perfección en un ambiente donde se combina el mobiliario más tradicional con otros elementos de líneas más modernas y minimalistas. Y es que lo clásico y sencillo siempre encaja.

Un banco en la casa de la ciudad

Cooper table + Bench Dome. Kitchen Tables & chairs

La gran cualidad de los bancos de madera es que no siempre tienen que estar en las cocinas o comedores más rústicos. También se pueden incorporar en las cocinas urbanas. Aquí vemos un ejemplo de una reinterpretación de este tipo de bancos, pero el moldeado y el tratamiento de lacado que ha recibido su madera lo moderniza, le aporta ese toque escandinavo tan actual, que hace que se integre a la perfección con el resto de elementos de la cocina de nuestra casa de la ciudad.

Un banco de madera de tradición holandesa

Aquí vemos otro tipo de banco de lo más tradicional, en este caso con respaldo. Su rusticidad es lo que le da toda su personalidad. Él por si solo es capaz de decorar el porche de nuestra casa en el pueblo o convertirse en el mejor lugar del jardín para sentarse a leer, a charlar o dejar pasar la tarde. Y es que posee todo el encanto de lo antiguo, y sin duda donde mejor puede estar es en un ambiente con la relajación del mundo rural.

Una bancada muy cómoda

¿Quién dijo que un banco de madera no puede ser sofisticado? Aquí vemos un ejemplo. Una larga bancada de madera, que incluso puede ser un amplísimo baúl para todo tipo de objetos, sobre la cual se colocan cómodos cojines y un mullido respaldo fijado a la pared. Se convierte en un improvisado sofá para prolongar la charla de las sobremesas y su aspecto acogedor da una nota muy agradable a ese cuarto de estar.

Un banco de madera artístico

La estructura de los más tradicionales bancos de madera se ha convertido en el soporte para una peculiar obra artesanal. Así lo han entendido en el estudio los arquitectos de interiores de Cenquizqui, ubicados en Cuernavaca (México). Y todo con materiales completamente naturales desde la base de madera que proporciona la larga horizontal del banco hasta los tres trozos vaciados de troncos, perfectamente pulidos que indican el asiento de cada ocupante del mueble.

Un banco en el jardín

Otra idea basada en la tradición para decorar nuestro jardín con toques rústicos y de autenticidad. La sencillez del banco, hecho con cuatro piezas, dos patas, un tirante y un asiento, es absoluta, pero su torneado huele a carpintero de pueblo. Y desde luego encaja a la perfección con el resto de elementos de esta zona de picnic vital en nuestro jardín, en la que vemos una mesa sustentada por dos tinajas, y unos asientos individuales que parecen gigantescos champiñones.

Banco tropical

Para darle un toque rústico a nuestra casa de pueblo o al jardín de nuestra moderna vivienda también se puede recurrir a estilos llegados de lejanas tierras. Por ejemplo, como este banco de madera cuyas formas y decoración se inspiran en el trópico. De hecho, es una especie de cruce de culturas, ya que este mueble lo realiza la empresa brasileña Trapiche Carioca de Río de Janeiro, los cuales no han dudado en llamar a esta pieza: Banco Bali.

Terrazas con bancos

Es muy habitual que en los veladores y terrazas más veraniegos los asientos que se ofrezcan a los clientes sean sencillos bancos. El uso de estos muebles tienen ventajas tanto para el propietario del local como para sus clientes. Para el dueño del establecimiento, la rusticidad de los bancos de madera le proporciona un aspecto de lo más agradable y acogedor a su establecimiento. Mientras que para los clientes, es un tipo de acomodo gracias al cual no tiene que andar buscando sillas para uno de los amigos que llega tarde y se ha quedado sin asiento. Se junta un poco más el grupo y ya caben todos.

Bancos-sofás para tomar algo

Otra variante de los bancos de madera usados en establecimientos abiertos en recintos exteriores es este modelo, realizado con madera reciclada de pino. No deja de ser un banco de madera, ahora con respaldo y reposabrazos en sus laterales, pero un banco en el que se pueden sentar un número variable de personas. A esa sencillez y grata acogida se le suman unos mullidos cojines, y el propietario de eta terraza ha logrado darle una atmósfera moderna y agradable a su local.

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