¡Increíble! De chiquero a casa ultramoderna

Flavia Pascazi Flavia Pascazi
Barn House, inesbrandao_arquitectura inesbrandao_arquitectura
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Cuando crees que todo está perdido, la magia de la renovación y la remodelación llega para hacer de las suyas y darle un giro de 360° a espacios que a primera vista pueden lucir viejos, olvidados y sin valor. Cuando se tienen ganas y creatividad, no importa el estado original del inmueble a remodelar, un diseño funcional y moderno es capaz de transformar y revalorizar cualquier espacio; este es el caso de la Barn House, obra de la arquitecto Inês Brandão. El reto de esta transformación fue tomar una construcción prácticamente en ruinas, pero que a los ojos del arquitecto era un diamante en bruto listo para explotar, ya que contaba con una estructura inicial que aún se mantenía en pie y una espacialidad peculiar debido a su condición previa de granero. No te pierdas como la magia de la arquitectura y el diseño lograron renovar por completo este espacio, te aseguramos que no podrás reconocer el antes del después

Antes: Viejo y desolado

Las imágenes iniciales dejan en evidencia el alto grado de deterioro y abandono en el cual se encontraba el granero, el paso del tiempo se hizo notar en su estructura, haciendo lucir las paredes y los elementos estructurales viejos y desgastados. Por su puesto, en condiciones como esta, el ambiente solo transmite desolación y suciedad, sin embargo, podemos notar como sus altos techos y espacios abiertos crean una espacialidad diferente, la cual fue la inspiración para rescatar este viejo granero y hacer de él una vivienda totalmente cómoda, práctica y moderna.

El tiempo no pasa en vano

Siguiendo el análisis del estado inicial de la construcción, notamos como existió la intención de crear una especie de mezzanina para aprovechar y dar uso a los altos techos de madera del granero. La sensación de oscuridad y pesadez se hace sentir en este gran espacio debido a la falta de ventanas y los techos en tono oscuro, puntos que fueron atacados en la remodelación para crear un ambiente totalmente distinto. Echemos un vistazo al resultado final de esta remodelación, ¡No te lo vas a creer!

Después:.. ¿Es el mismo granero?

Totalmente irreconocible, ¿Verdad? Parece mentira que un ambiente tan fresco y alegre pudiese surgir de semejantes ruinas, pero el excelente diseño y ejecución del arquitecto a cargo logró una renovación de 360°. Los elementos estructurales como el techo y los muros se mantuvieron prácticamente intactos, con solo cambiar su color la amplitud y frescura se adueñó del lugar. La combinación del blanco con un piso de madera claro creo un balance perfecto entre los tonos neutros y cálidos, resaltando el gran módulo negro que alberga las escaleras que observamos previamente, cumple con funciones de circulación, cocina y servicios.

Concepto abierto y estilo moderno

A pesar de contar con ciertas limitantes espaciales, la ahora vivienda logró albergar todas las necesidades básicas para convertirse en un hogar cómodo y moderno. Las actividades sociales se distribuyen alrededor del módulo negro, creando un solo mega-espacio que maneja el concepto abierto para aprovechar al máximo la iluminación natural. El estilo de los muebles modernos y contemporáneos contrasta con lo rústico de la estructura, creando un carácter semi-industrial y ecléctico para la nueva vivienda.

Módulos contrastantes

Aquí presentamos otra vista del gran módulo central. Como podemos ver, la cocina se encuentra empotrada dentro de este primas en color negro, realizado en su totalidad con paneles de OSB pintados de color negro alto brillo para otorgarle mayor resistencia. La cocina se ubicó en todo el centro del ex-granero para así evitar recargar las paredes y crear una circulación mucho más fluída. Además de ser cocina, este módulo también cuenta con otros espacios internos y funciona como sustento para el núcleo de circulación, siendo una pieza crucial en todo el diseño de la vivienda.

Tonos neutros y contrastantes

Nos ubicamos del lado opuesto de la cocina, donde encontramos una agradable sala de estar que se comunica visualmente con el comedor de la planta baja. Lo más notable de esta vista es como el color blanco de las paredes y el techo resalta la esbeltez de la estructura, fundiendo estos dos elementos para hacer desaparecer la línea entre el tejado y los cerramientos. La paleta de colores del proyecto se mantiene neutra, el blanco, gris y tonos pasteles son el complemento de los colores más oscuros como la madera del piso y el contundente negro del módulo central. La sencillez se pensó para todos los espacios, manteniendo una decoración discreta y sencilla para no recargar las paredes.

Antes: un espacio olvidado

Antes de continuar, refresquemos la memoria para recordar el estado original de la mezzanina. Un área totalmente abandonada se cobija bajo los techos inclinados en estado deteriorado. A simple vista se observa que es un área con gran potencial, sin embargo, debían hacerse ciertos cambios en la estructura para hacer de este nivel un área agradable y apta para el uso de los visitantes. Con toques de buen gusto, veremos como se transformó este desastre en algo totalmente nuevo, creando una nueva área para aprovechar en su totalidad.

Después: un ático fresco y acogedor

¿Qué te parece? Donde solo había oscuridad y techos aparentemente bajos, se creó un área lounge de revista, complementando los usos de la planta inferior y añadiendo otra área para relajarse y pasar el día. La remodelación de este espacio se centró en levantar los techos con más color blanco, además de crear una un tragaluz para inundar de luz natural este nivel superior. El mobiliario y los colores van acorde con la paleta y el estilo que encontramos en el primer nivel.

Aunque con ciertas limitantes, la transformación de este granero elevó a otro nivel la arquitectura y la calidad espacial de esta construcción. Indudablemente, donde existen ganas y talento siempre se obtendrá un excelente resultado.

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