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En el País Vasco surge un hermoso edificio de 378 m² que se amolda totalmente al paisaje que lo rodea y nos recuerda en cierto modo, la Villa Saboye de Le Corbusier, por su cuerpo rectangular, blanco y alargado.
Esta casa se juega con materiales y diferentes texturas, buscando la relación entre el espacio interior y el exterior, sobre todo con la integración de la iluminación natural, de igual forma el patio interior sirve como un eje donde se los espacios se encuentran. Las fachadas se abren al exterior mostrando un interés por ser visitada.
Acompáñenos a disfrutar de sus espacios.
Comenzamos por uno de nuestros lugares preferidos, el sitio donde converge la arquitectura y la naturaleza, desde la perspectiva externa vemos una construcción formada por volúmenes conectados entre sí, diseñado de manera horizontal, resulta en ventanas alargadas muy característicos de las construcciones modernas y claras.
El blanco combina con la madera de las persianas encajando perfectamente dentro del entorno verde, como podemos ver, la búsqueda constante de la luz hizo que las ventanas fuesen numerosas, correspondiendo casi el 50% de la superficie de fachada.
Podemos ver lo atractiva que resulta esta construcción, despierta la curiosidad de cualquiera que pase cerca de ella. El camino hacia la entrada nos indica claramente donde se encuentra el acceso principal del domicilio, es discreto pero sin duda bien marcado por los expertos de RDL ARQUITECTURA.
El patio interior es responsable de traer la luz natural dentro de la casa, a su alrededor se encuentran los pasillos que nos llevan a diferentes destinos, incluyendo la escalera cuyo recorrido es visible a través de la transparencia del vidrio, el cual encierra este pequeño ambiente natural, una porción de naturaleza inmersa en ella.
Una gran mesa de vidrio representa al comedor, tal cual como podemos observar en la imagen, la decoración está llena de piezas de diseño, tales como sillas de plástico Silla Eames y Verner Panton sillas, en juego de colores a blanco y negro. Para combatir los tonos neutros de las superficies tanto del suelo, paredes y techo, están pintados en colores brillantes que llenan el espacio de la energía.
Como hemos visto desde el principio, esta casa constantemente quiere borrar los límites entre el interior y el exterior, habiendo un gran deseo de poner un poco del paisaje dentro del espacio de la viviend, por lo tanto, vemos grandes ventanas en toda la fachada, en esta fotografía se muestra el acceso a la sala de estar y a la terraza.
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En la cocina también se utilizaron elementos de buen diseño, las sillas de plástico blancas tienen una composición orgánica, estas piezas añaden un toque de personalidad a una cocina simple, con líneas rectas, muy funcional, donde el blanco y el aluminio son los materiales predominantes.
