Todo es ponerse. Si tienes un jardín, ¿por qué no vas a probar a ver qué tal jardinero eres? Un hobby como ese da muchas satisfacciones en forma de belleza, aromas, ejercicio, conocimientos y sobre todo vida. ¿Qué más se puede pedir a una afición? Y no es excesivamente complicado. Un poco de trabajo, algo de inversión económica (que puede ser paulatina), unos viveros de confianza y dejarse aconsejar. Ya está. Pronto se verán las resultados y acabarás siendo la persona más orgullosa del planeta al hablar de tus flores.
No obstante, infórmate sobre las plantas más adecuadas para tu jardín, por el clima, su orientación, su suelo, y también es importante saber el tiempo que piensas dedicarles. Una vez que tengas todo eso claro, prueba, lo dicho, todo es ponerse, y para que te animes más aquí van algunas imágenes de flores que seguro que te gustaría tener en tu jardín.
Una de las flores más fáciles de reconocer son los hibiscos, gracias a esa trompeta que sale del centro de la flor y se rodea de delicados pétalos. Bueno, en realidad es fácil reconocer una de estas flores y asegurar que pertenece a la familia de los hibiscos, pero es más difícil saber qué especie es en concreto, ya que dentro de este grupo hay hasta 200 tipos de diferentes tamaños y colores. Es decir, se pueden crear conjuntos de lo más colorido, y cuando la flor alcanza su desarrollo máximo es toda una experiencia sentarse cerca de ellos y esperar que se acerquen las grandes mariposas (a veces hasta pájaros) a sus trompetas a libar el néctar. Un espectáculo natural al que se puede asistir en tu jardín durante todo el verano, cuando florecen los hibiscos. Si bien la planta resiste todo el año, e incluso si el invierno no es muy duro no llega a perder sus hojas, aunque es una especie de hoja caduca.
A diferencia de los hibiscos y otras flores y vegetación de hoja caduca, también existe la posibilidad de plantar distintas especies de hoja perenne, que aunque no tengan flor todo el año, si que lucen un buen porte cualquier mes. La gran diferencia es que suelen ser floraciones individualmente menos impresionantes, si bien el conjunto puede ser realmente hermoso. Por otra parte son plantas muy resistentes, que necesitan menos cuidados, y cuya supervivencia está prácticamente asegurada. Ese es el caso de los romeros, tomillos, espliegos o lavandas, que además de ofrecernos sus flores con la llegada de la primavera, lo cierto es que durante todo el año pueden condimentar nuestros platos, al tratarse en general de hierbas aromáticas y comestibles.
En la misma línea que las plantas aromáticas de hoja perenne, podemos englobar los setos y arbustos. En este caso ni siquiera nos darán flores, pero son toda una garantía para que cualquier día del año haya al menos un poco de verde en el jardín, ya que son extraordinariamente resistentes a los agentes climatológicos. Y por otra parte, son un recurso muy eficiente para marcar veredas de los caminos, zonas de otros cultivos más delicados, e incluso algunas especies si se les deja desarrollarse puede convertirse en una verdadera valla de separación entre espacios.
Las buganvillas pueden convertirse en las auténticas reinas del jardín, y no solo de ahí sino de toda la casa o de las tapias que rodeen la propiedad, ya que la cualidad de esta planta es su carácter trepador. Esa es una característica de la bungavilla y la segunda es su espectacular colorido que perdura prácticamente todo el año en las zonas donde no llega a haber heladas constantes. Es decir, dan color al jardín todo el año. Pero lo que vemos no es el color de sus flores, sino de las brácteas, que es una especie de corona que rodea la flor real, la cual por cierto es pequeña, blanca y de nulo valor ornamental. Lógicamente estos datos están aportados desde un punto de vista estrictamente botánico, porque en realidad para el resto de gente, las bunganvillas tienen grandes, numerosas y hermosas flores de colores todo el año.
Las hortensias son plantas procedentes de Asia y de América, aunque ya plenamente asentadas en nuestro país y en toda Europa, ya que entre los cientos de especies de esta familia, las hay que se adaptan a distintas variantes climáticas. En España las más habituales son las de clima cálido, unas plantas de hoja caduca en invierno, pero pronto comienzan a florecer en la primavera y su colorido de lo más variado y recargado, dura prácticamente hasta el final del otoño. Por eso y por que no es una de las plantas que más cuidados requiere, es una especie muy agradecida en los jardines y que usan muchos paisajistas, como por ejemplo los creadores de la composición que vemos en la foto: Viveros Pou Nou.
Los rosales seguramente son las flores más conocidas, y para algunos las más bellas. Sin embargo, es una especie que requiere de manos expertas y constancia para que se desarrolle en todo su esplendor. Por ello, para aquellos que no tengan muchos conocimientos de jardinería siempre se puede comenzar con cualquiera de las plantas que hemos citado o con otras como pensamientos, geranios, margaritas e incluso jazmines. Probad, primero comprando macetas y cuidándolas, y luego ya trasplantando al jardín y creando vuestras composiciones florales. Nunca es tarde para engancharse a este hobby, y cuando uno cae ya no puede desengancharse de algo tan saludable, alegre y vistoso.