Una casa mediterránea con mucho encanto

María Bausán María Bausán
Casa di Panarea, Studio di Architettura Manuela Zecca Studio di Architettura Manuela Zecca Patios & Decks
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Ahora que para muchos se acercan las vacaciones, es hora de ir buscando destino turístico. Nosotros nos desplazamos hoy hasta Stromboli, una isla siciliana de ensueño, para descubrir una casa que huele a sal, a largas siestas tras una comida copiosa, deliciosa y entre amigos, a baños antes de la cena y atardeceres rojos. En definitiva, una casa que huele a vacaciones y a buena vida. La casa, compuesta por dos edificios blancos con espacios verdes y terrazas sobre el mar guarda la esencia mediterránea de las viejas construcciones. Descubramos paso a paso, y no sin cierta envidia, esta paradisíaca vivienda italiana. 

Paredes encaladas y bungavillas

Antes de entrar en la vivienda, vamos a disfrutar un poco de sus maravillosas zonas exteriores. La terraza rodea la casa de manera sinuosa, abriéndose a un espacio de exuberante vegetación. Los materiales usados en la fachada son locales, siguiendo la tradición arquitectónica de la zona: bloques de piedra volcánica con acabados en cal blanca y sin cemento. Ese blanco de la fachada nos recuerda que estamos muy cerca del Mediterráneo. El toque de color se lo dan las bungavillas que se enredan a la cubierta creando un espacio encantador. 

Unas vistas de impresión

Por si la terraza no te había parecido lo suficientemente paradisíaca, aquí te mostramos otra imagen. Las vistas sobre el mar son impresionantes y quizá por eso la terraza se ha concebido como un espacio para disfrutar de ellas. Un rincón que se establece como un punto de encuentro, para rodearse de amigos y familia. Una gran mesa de madera y unas sillas con cojines procuran hacer más cómodo el espacio, abierto a desayunos, comidas y cenas.

Una cocina con el encanto de antes

La amplia y luminosa cocina guarda la esencia de la arquitectura rústica de la zona, combinando los colores típicos de las islas. Su diseño ha mantenido la estructura de las antiguas cocinas de leña, con muebles que se encajan bajo una encimera alicatada, pero modernizándola y haciéndola mucho más funcional. 

El salón

Las habitaciones de la casa se guardan del calor exterior con gruesos muros y una ventilación cruzada que en este caso se consigue gracias a la pequeña ventana, justo en frente de la puerta que comunica con la terraza. De igual forma, durante el invierno, una chimenea permite caldear la casa. La decoración del salón sigue la línea del resto de la vivienda: rústico, con cierto toque mediterráneo y marino. 

El dormitorio

Entramos ahora a la zona privada de la vivienda. El dormitorio principal es sencillo, pero su encanto rústico consigue crear un espacio romántico, relajado y agradable. El arco bajo el que se sitúa la cama se convierte en el rasgo principal de la habitación que, al igual que el salón, también tiene acceso directo a la terraza. 

Un cuarto de baño con un toque diferente

 Seguro que tú tampoco puedes dejar de mirar el original y divertido espejo que se ha colocado en este cuarto de baño. Este cactus no pincha, pero sin duda le da un aire totalmente irreverente a un baño que seguía la línea tradicional y rústica del resto de la vivienda, con un bonito y antiguo azulejo en color azul que cubre paredes y suelo. 

Hasta aquí esta breve visita por esta bonita vivienda mediterránea. Si quieres seguir soñando con el verano, te recomendamos que le eches un vistazo al libro de ideas El diseño de un hotel rural en Mallorca.

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