Así puedes limpiar tu casa en menos de una hora

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Muchos de los que comiencen a leer este libro de ideas pensarán que es una quimera el limpiar la casa en una hora. Por supuesto, no estamos hablando de una limpieza a fondo, de esas que llevan horas y horas, incluso días. Hablamos de una limpieza diaria, para mantener nuestra casa de una forma ordenada, aseada y confortable. Y que así mismo lo vean las visitas. 

Pues bien, aquí encontrarás cómo distribuir los minutos que tiene una hora para tener tu casa siempre en perfecto estado. ¿No te lo crees? Sigue leyendo…  

1. Hay que ser honesto con uno mismo

En primer lugar, hay que recordar que limpiamos nuestra casa para nosotros mismos y no para las posibles visitas. Y es que muchas veces nos obsesionamos con ir limpiando cada rincón, cada hueco, cada recodo. Y eso cada vez que limpiamos. 

Debemos ser más justos con nosotros mismos, y darnos cuenta de que hay más cosas que hacer a lo largo del día como para dedicarle tanto tiempo a la limpieza rutinaria de nuestra casa. Una vez tengas claro esto, y que no estamos hablando de una limpieza a fondo, podemos comenzar.

2. Manos a la obra: comienza por ordenar

Ok, vamos a empezar. En primer lugar, hay que poner orden en nuestras habitaciones. Lo primero es poner todo en sus sitios: los libros están en la estantería, los periódicos viejos en la basura y los platos sucios en el lavavajillas. Dependiendo del tamaño de nuestra casa, esto no debería llevar más de diez minutos. Pero nuestro consejo es el siguiente: este tiempo no sería necesario si cada vez que usamos algo lo llevásemos a su sitio inmediatamente, si fuésemos ordenados como parte de nuestra rutina.

3. Quitar el polvo y pasar la aspiradora

Ahora las superficies están despejadas. Pues bien, equipados con un trapo seco o un paño húmedo debemos quitar el polvo de mesas, armarios, cajoneras y equipo electrónicos. No importa si caen migas al suelo, si sacas pelusas que caen, no hemos terminado. Cuando pases el paño a las superficies, saca la aspiradora y pásala rápidamente por el suelo de tu casa. Esto no debería llevarte más de 20 minutos en total si lo haces de una manera enérgica y rápida, sin entretenerte en frotar demasiado y demás…  

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4. Las sábanas limpias

El dormitorio es nuestro refugio, en el que nos recuperamos de la vida cotidiana. Una ropa de cama limpia y que huela bien es fundamental. Así que una vez a la semana es básico cambiarlas, como básico es también el mantener la cama abierta para que se airee, a la par que dejamos entrar el aire por las ventanas. Ni cambiar las sábanas ni airear la cama (y hacerla posteriormente) te llevarán más de 5 minutos cada tarea. Y cuando por la noche te acuestes, te aseguramos que notarás la diferencia.

5. Limpieza en la cocina

Ahora es el momento para la cocina. Aquí es importante limpiar regularmente las encimeras, grifos, el fregadero y los electrodomésticos. El microondas y la basura se deben limpiar una y otra vez desde el interior, para que todo se mantega lo más higiénicamente posible.

Consejo: durante la noche no dejes platos sucios en el fregadero. Además de que los restos de las comidas se secan y luego tardas mucho más en limpiar, no es nada agradable levantarse por la mañana y ver la cocina sucia. Limpiar la encimera, el fregadero, etc, nos llevará un cuarto de hora. 

6. Llegando al baño

Al llegar al baño debemos tener en cuenta que nos quedan unos 10 minutos más o menos para cumplir esa hora que nos hemos estipulado. Bastará con lo siguiente: pasar la escobilla por el retrete y cambiarle el líquido, pasar un trapo por el lavabo y otro por la ducha para quitar las gotas. Fregar el suelo en un momento, ¡y listo! En 10 o 15 minutos como mucho es totalmente factible hacer estas cuatro cosas y que el baño reluzca de nuevo. Para el día a día es más que suficiente seguir esta rutina.

**Extra en el baño

Si tienes algo más de tiempo, o una vez a la semana te vas a poner más a fondo con el baño, coge guantes y trapo y limpia bien los azulejos de dentro de la ducha. Azulejos en los que muchas veces se quedan pelos pegados, cal y demás suciedad. Puedes enjuagarlos de producto limpiador con la propia ducha. 

Y es que esta es una parte del baño que muchas veces pasa desapercibida, ya que pensamos que al estar en constante contacto con el agua, es suficiente para que esté limpia. Nada que ver.

Lee también: Limpieza: ¡Deshazte de lo que no necesitas!

7. Ni un minuto de tu tiempo: airear

Una nota pequeña pero importante al final de este libro de ideas y que no te llevará ni un minuto: mientras limpiamos la casa, no hay que olvidar ventilar las habitaciones a fondo. Dejar que entre el aire en casa y fluya por la misma mientras llevamos a cabo la limpieza, hará que la casa esté más fresca, más limpia, más llena de luz y de aire. Es bueno por salud, por comodidad, por higiene. Así que no olvides hacerlo al menos un par de veces al día. A esto si que no tienes que dedicarle ni un segundo…  

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