6 consejos para elegir sillas si tienes problemas de espalda

María Guerra María Guerra
WHITE LOFT, Lara Pujol | Interiorismo & Proyectos de diseño Lara Pujol | Interiorismo & Proyectos de diseño Study/office
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Los médicos afirman que la posición en la que la mayoría de las personas se sienta generalmente otorga una gran presión a la columna. ¿En qué influye esto? Pues esto incurre en la aparición de una enorme problemática: el dolor de espalda. 

En tu hogar, sobre todo cuando lees, escuchas música o simplemente estás comiendo en la mesa, seguramente duras mucho tiempo sentado de forma incorrecta y podrías estar lastimándote. 

Existen diferentes tipos de sillas que podrían ayudarte a evitar estos problemas, ayudándote a corregir tu postura y mucho más. 

Dicho esto, aquí tienes una grandiosa guía si quieres terminar con esas afecciones; así que pues, es importante que sigas estos 6 consejos para elegir sillas si tienes problemas en la espalda. ¡A comenzar!

1. Elige una silla ergonómica

La tendencia de hoy en día es tener en tu hogar sillas que mantengan alto grado de ergonomía. Esto permite que tu postura sea bastante mejor de lo que otras sillas convencionales pueden ofrecer; estas son llamadas sillas ergonómicas.

La ergonomía ayuda a que el rendimiento, la estabilidad y otros factores dentro de la vida de la persona sean mucho mejores. Esto debido a que el estudio de dicho concepto está indicado para adaptarse mejor al usuario, es decir, a ti. ¿Quieres una silla adaptable para ti? Seguro que sí, ¡y lo mejor es que sus efectos son mágicos!  

Además, la prevención de afecciones lumbares es una de las más grandes luchas comenzadas por empresas de alto calibre. Las sillas ergonómicas podrían bajar tus niveles de estrés e incluso reducir riesgos de fracturas.  Aun así, y a pesar de que en el mercado exista gran cantidad de sillas ergonómicas, lo aconsejable es que no te dejes engañar, porque muchas son las que aseguran tener dicha propiedad, pero que en realidad podrían poner en peligro tu columna.  

Para reconocer una silla que sea realmente ergonómica, debes verificar la profundidad del asiento. El asiento no debe ser muy duro, este debe acoplarse a tu altura cuando estés sentado, es decir, la silla debe tener una superficie acolchada que se nivele a tu coxis para no causar presión en venas, arterias y columna. Así se evitarán afecciones a largo plazo.

2. Apoya brazos en un ángulo de 90º

Toda silla ergonómica debe tener un apoyabrazos que sea regulable. Lo más recomendado por los expertos y diversos estudios es que te sientes con los brazos colocados en una posición de 90º.

Esto te dará un gran sosiego, descanso general de los hombros, columna y, por supuesto, tus antebrazos. Además, si estás siempre sentado frente al computador, podrás reposar mucho mejor las muñecas.  

Como es bien sabido dicha parte de tu cuerpo está siempre en proceso de movimiento, generando tensión en los tendones, sobre todo en los dedos. Así que pues, si tu silla cuenta con gran cantidad de grados para reclinación en los antebrazos, es una muy buena candidata para ti.  

Los apoyabrazos pueden ser acolchados o con goma de alta calidad para así lograr un mayor nivel de reposo y ergonomía. Si vas a utilizar sillas de madera, entonces asegúrate de que cuenten con una textura y forma que sea lo más cómoda posible.

3. Elige una silla que sea ajustable

Si en tu sala o cuarto principal tienes una silla de asiento duro, y que no permite ser ajustada, como se ha mencionado anteriormente, tu columna podría sufrir grandes daños.

Por esto es recomendable que comiences a buscar sillas que sean ajustables a ti, que permitan modificar su ángulo de inclinación, o incluso, que puedas reclinar tu cabeza sobre uno de sus apoyos. 

Las mejores sillas ajustables son aquellas cuyo nivel de inclinación puede ser modificado hasta al menos 5 posiciones predefinidas, además, que su material o tapicería se adapte a tu espalda, que mantenga un arco y su suavidad brinde confort. 

La mayoría de las veces, es recomendable que el mejor grado de confort y la propiedad básica por donde te guíes para comprar una silla ajustable sea la comodidad que pueda brindar a tu cuello. Siéntate un poco antes de obtener el producto, y determina si tu cuello está “contento” con tu próxima adquisición, ¡agradecerás a largo plazo! 

Las grandes empresas siempre recomiendan que sus trabajadores cuenten con sillas ajustables, ya que disminuye considerablemente los niveles de estrés o tensión muscular. Obviamente lo mismo puede ser aplicado a tu hogar.

4. Utiliza 5 puntos de apoyo en la base

La base de una silla ergonómica se recomienda que cuente con el apoyo de 5 puntos, es decir, en forma de estrella, y además el asiento debe ser redondeado en su parte delantera. Esto evitará caídas, es decir, proporcionará una gran estabilidad a la silla y una mejor comodidad a la hora de sentarte.

Los puntos de apoyo también son necesarios para el momento de trasladarse sobre la silla. En tu casa, por ejemplo, si tienes un estudio de diseño, ¿cuántas veces no has rodado sobre la silla de un mesón a otro? La silla ergonómica de 5 puntos es versátil y práctica a la hora de realizar desplazamientos. ¡Muy útil!

6. Usa un reposapiés

Los pies también son una parte importante  de tu cuerpo, y es ahí donde se acumula mucha de la presión de tu ajetreado día, incluso a niveles casi iguales que en la espalda u hombros. Si deseas que tu silla sea de las mejores, no olvides escoger una de estas que cuente con reposapiés.

Estos no son más que pequeñas adiciones dentro de la misma silla que permiten que tus pies se posen sobre de ellas para así obtener un mayor nivel de confort y lograr que tus rodillas queden en una posición adecuada, alrededor de los 90º grados. 

Existen varios modelos de reposapiés, entre ellos, de madera, acolchados, de plástico y hasta con capacidad de masajear. Siempre trata de mantener espacio suficiente como para estirar tus piernas, ya que así las articulaciones tienen menor impacto negativo, sobre todo cuando tienes horas sobre la silla.

5. Tapicería que transpire

Cuando vayas a escoger la silla ergonómica que cumpla con las características antes mencionadas, asegúrate también de que esté hecha de tapicería que transpire.

El grado de transpirabilidad es el elemento que permite que los sudores o sustancias segregadas desde el cuerpo del individuo puedan salir nuevamente del material de la silla y no se acumulen. Evita aquellas sillas tapizadas en material sintético o cuero, ya que estas dan una mayor dureza a la silla y por lo tanto aumentan la presión en tu columna, causando así inestabilidad. ¡La transpiración es el toque que hace falta a cada silla en tu hogar u oficina! Recuerda que así puedes evitar grandes enfermedades, infecciones, olores e incluso que la misma silla sufra consecuencias en su estado físico.

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